Está en boca de todos el fenómeno de la dieta vegana, grandes empresarios están apostando por los alimentos veganos conscientes de que el planeta no soporta las repercusiones de las explotaciones ganaderas y todo lo que tiene que ver con esta cruel actividad que tanto sufrimiento ocasiona y cuyo consumo ya está demostrado que es perjudicial para la salud.
Por mucho que se empeñen los grupos de presión de las empresas ganaderas conocidos como lobbies y por mucho que inviertan miles de millones de dólares en publicidad, la guerra la tienen perdida, seguirán ganando algunas batallas (cada vez menos), pero la guerra a medio plazo la han perdido.
Una sociedad tan informada como la actual ya tiene acceso a lo que pasa dentro de la industria de la carne, es un horror indescriptible. Las nuevas generaciones ya no siguen los medios de comunicación tradicionales por lo que ya no son manipulados por los oligarcas de siempre, estas nuevas generaciones quieren un planeta sostenible, se preocupan por su salud y también han evolucionado moralmente, como debe ser.
El constante crecimiento en el número de ciudadanos que prefieren no alimentarse de productos de origen animal es imparable, los datos son tozudos y todo parece indicar que para 2050 serán más quienes se alimentan exclusivamente de vegetales por razones éticas, por motivos de salud y por la preocupante situación de nuestra casa, el planeta.
El ser humano no deja de evolucionar y con contadas excepciones la mayoría lo hace en sintonía en un proyecto común, este nuevo siglo ha sido el de la eclosión de las iniciativas para proteger el planeta y entre ellas se encuentra el veganismo.
Veganismo
El veganismo es mucho más que una opción alimenticia, es una filosofía de vida. Pocos son los que nacieron veganos, la inmensa mayoría empezó a preocuparse por lo que comía en su adolescencia, otros lo hicieron en su edad adulta, esto pone de manifiesto que el veganismo está íntimamente ligado a la edad en la que las personas empiezan a cuestionar lo que sucede en su entorno y lo enfrentan a sus propios principios.
Ser vegano no es ser solo una persona que no come animales, un vegano rechaza la utilización de cualquier producto hecho con animales, ejemplos son las chaquetas y zapatos de piel. Un vegano no consume absolutamente nada de origen animal, esto incluye la leche, sus derivados, los huevos y la miel.
El veganismo es un compromiso que obliga a rechazar cualquier manifestación de maltrato o crueldad hacia los animales, las veganas y veganos están en contra de la utilización de caballos o cualquier otro animal para el transporte, actividades que representen maltrato va en contra de los principios del veganismo. Espectáculos en los que se utilice cualquier animal como el de los circos y las corridas de toros van en contra de la filosofía vegana. Otro ejemplo de la filosofía vegana es el rechazo de los zoológicos.
Este tipo de filosofía va mucho más allá, las veganas y veganos rechazan también los productos testados con animales, los estudios de laboratorio de esta índole y los espectáculos con animales.
La vida vegana consiste en respetar a los animales, la creciente conciencia hacia el bienestar de los animales está llegando a todas las instancias, buena muestra es el constante descenso en la celebración de corridas de toros, un espectáculo cruel y justificado por parte de los mal llamados taurinos como necesario porque según ellos sin corridas no hay toros, algo totalmente falso porque cualquier animal puede vivir en libertad siempre que se respete su hábitat natural.
Es evidente que las veganas y veganos son personas sensibles a cualquier tipo de sufrimiento, en este sentido pretenden darle voz a los animales y defender su derecho a vivir en libertad, en paz y sin la intervención del ser humano más que para protegerlos y ayudarlos en cuanto tengan problemas de salud o seguridad.
Las nuevas generaciones de todo el mundo piensan diferente por este motivo el crecimiento de negocios veganos está siendo exponencial en los últimos años. El porcentaje de veganos crece y también sus necesidades, es una condición que no han pasado por alto los grandes inversores y todas las empresas relacionadas con la alimentación, moda, cosméticos, e incluso las que fabrican productos de higiene y limpieza.
Otro dato que pone de manifiesto que es un lucrativo negocio es el aumento de la facturación del sector, desde el inicio del siglo está siendo exponencial, se trata de un nicho poco competitivo y le queda mucho margen para seguir creciendo.
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